Un viejo sueño vuelve a cobrar vida sobre el césped. La selección saharaui de mayores de 50 años debutará este verano en la Donosti Cup Master, en lo que será una participación histórica cargada de simbolismo, emoción y reivindicación. No se trata de un equipo cualquiera. Está formado por antiguos estudiantes que aprendieron a jugar al fútbol en los campamentos de refugiados del Sáhara y que más tarde viajaron a Cuba para estudiar. Allí defendieron los colores de su tierra en competiciones como los Juegos de la Amistad entre estudiantes de África, América Latina y Asia, o la liga árabe. Muchos años después, gracias al impulso de la Federación Saharaui de Deportes, sus hijos han podido heredar la camiseta saharaui. Pero ellos, los veteranos, nunca imaginaron que aún tendrían una oportunidad de volver a vestirla.

Su presencia en esta XI edición es un homenaje a toda una generación que soñó con un país libre y con una selección reconocida. Y ahora, gracias a la Donosti Cup Master, el fútbol les brinda una prórroga muy especial: la posibilidad de volver a representar a su pueblo, de volver a luchar con el balón como bandera y de dar visibilidad a la causa saharaui en un escenario internacional.  Porque hay sueños que, cuando son justos, no tienen fecha de caducidad.